Martes, 05/04/2011 - LAS PROVINCIAS -
SANTIAGO DE HEVIA IVARS | VALENCIA
SANTIAGO DE HEVIA IVARS | VALENCIA
¿Qué es la Iglesia? ¿Qué significa ser cristiano?
La Iglesia lleva siendo perseguida desde tiempos remotos. ¿Es suya la culpa? No voy a negar que en parte sí, somos todos culpables. No es ningún secreto que personas de las que forman parte de esta unidad a pesar de haber recibido el sacramento del bautismo, no siguen los principios que enseñó Jesucristo. Hay quien explota al más desfavorecido, quien derrocha dinero, y también quien abusa de menores. Entiendo que personas que no forman parte de la Iglesia puedan sentir aversión y repugnancia hacia esto, yo me considero cristiano y también lo hago. No puedes predicar unas cosas y hacer justo lo contrario, son estas incoherencias las que fomentan este odio. Hay más de dos mil millones de cristianos en el mundo, y de estos, casi cuatrocientos veinte mil sacerdotes, es triste pero inevitablemente humano que haya alguno que se descarríe del camino. Pero esto no significa que el camino sea malo, sino que esas personas están más pendientes de sí mismas que de adonde tienen que llegar. El error es en vez de reconocer y humildemente condenarlo, avergonzarse y esconderlos por no dañar la buena imagen que supuestamente debe tener la Iglesia. El hecho de perdonar y dar una nueva oportunidad, no exime de culpa por lo que se haya podido cometer previamente. Ser cristiano no es formar parte de una élite, ni conocer la verdad absoluta, somos seres humanos, nos equivocamos como cualquiera, y al igual que muchos otros, lo único que intentamos es hallar la felicidad tratando ser mejores personas, siguiendo el camino que nos enseñó Jesucristo, el Amor. No hay que buscar más allá, basta de guerras entre nosotros, dejemos de ser todos tan soberbios porque la pura realidad es que todos buscamos lo mismo, igualdad, respeto, libertad… y sólo hay un único camino para hallar todo esto que nadie puede discutir, el Amor.
En esta vida toda persona es libre para buscar el camino que considera correcto, y ya la simple búsqueda de dicho camino, es en si un buen camino. No podemos desprestigiar las diferentes alternativas que existen, porque antes de juzgar a otro debes juzgarte a ti primero. Y lo único que hacemos es tirarnos piedras unos a otros, piedras cargadas de intolerancia, desprecio, e inhumanidad. No se trata de perseguir y alcanzar un determinado número de fieles, cada individuo conoce y es responsable de escoger libremente lo que está bien y lo que está mal, al margen de que existan determinados intereses, como puede ser el dinero. El cristiano debe ser una luz que atraiga con su ejemplo tratando de hacer de este mundo un lugar mejor, a través de la humildad y la servidumbre.
La Iglesia lleva siendo perseguida desde tiempos remotos. ¿Es suya la culpa? No voy a negar que en parte sí, somos todos culpables. No es ningún secreto que personas de las que forman parte de esta unidad a pesar de haber recibido el sacramento del bautismo, no siguen los principios que enseñó Jesucristo. Hay quien explota al más desfavorecido, quien derrocha dinero, y también quien abusa de menores. Entiendo que personas que no forman parte de la Iglesia puedan sentir aversión y repugnancia hacia esto, yo me considero cristiano y también lo hago. No puedes predicar unas cosas y hacer justo lo contrario, son estas incoherencias las que fomentan este odio. Hay más de dos mil millones de cristianos en el mundo, y de estos, casi cuatrocientos veinte mil sacerdotes, es triste pero inevitablemente humano que haya alguno que se descarríe del camino. Pero esto no significa que el camino sea malo, sino que esas personas están más pendientes de sí mismas que de adonde tienen que llegar. El error es en vez de reconocer y humildemente condenarlo, avergonzarse y esconderlos por no dañar la buena imagen que supuestamente debe tener la Iglesia. El hecho de perdonar y dar una nueva oportunidad, no exime de culpa por lo que se haya podido cometer previamente. Ser cristiano no es formar parte de una élite, ni conocer la verdad absoluta, somos seres humanos, nos equivocamos como cualquiera, y al igual que muchos otros, lo único que intentamos es hallar la felicidad tratando ser mejores personas, siguiendo el camino que nos enseñó Jesucristo, el Amor. No hay que buscar más allá, basta de guerras entre nosotros, dejemos de ser todos tan soberbios porque la pura realidad es que todos buscamos lo mismo, igualdad, respeto, libertad… y sólo hay un único camino para hallar todo esto que nadie puede discutir, el Amor.
En esta vida toda persona es libre para buscar el camino que considera correcto, y ya la simple búsqueda de dicho camino, es en si un buen camino. No podemos desprestigiar las diferentes alternativas que existen, porque antes de juzgar a otro debes juzgarte a ti primero. Y lo único que hacemos es tirarnos piedras unos a otros, piedras cargadas de intolerancia, desprecio, e inhumanidad. No se trata de perseguir y alcanzar un determinado número de fieles, cada individuo conoce y es responsable de escoger libremente lo que está bien y lo que está mal, al margen de que existan determinados intereses, como puede ser el dinero. El cristiano debe ser una luz que atraiga con su ejemplo tratando de hacer de este mundo un lugar mejor, a través de la humildad y la servidumbre.
SANTIAGO DE HEVIA
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