Creo que me
entiendes. Pero no te extrañes ni te escandalices, el mundo es así
de retorcido y por ello he tenido que sufrir un proceso de
adaptación. Cada uno interpreta el papel que le ha tocado en esta
macabra película llamada vida, y por suerte o por desgracia a mí me
ha tocado ser yo.
No todos
morimos igual que nacemos, ni todos nacemos como morimos, se producen
cambios, los golpes en la vida te van transformando. Algunos dicen
que nos hace fuertes, yo creo que nos vuelve cobardes y desconfiados.
Que somos más alegres porque tenemos más experiencia, libertad e
independencia, esa es otra barrera de las que nos creamos porque es
muy crudo aceptar que somos esclavos de nuestras cicatrices.
Si soy
negativo es porque es la mejor forma de ser positivo y no perderte en
la esperanza, además, te estoy intentando explicar que si he dejado
de creer en el amor, no es porque nunca haya creído en él, sino
porque he creído en él demasiado. Tal vez ahora crea en un amor
irreal, inhumano, de esos que anhelamos entre versos. Pero uno
aprende en la vida a sobrevivir del amor, porque al principio
intentas hacer las cosas bien, siendo sincero y todo eso, pero luego
ya vas viendo como empiezan a jugar con tu corazón como si fuese un
peonza, y ves que mas que bueno eres tonto.
Y cuando te
recuperas y pierdes tu mirada en los ojos más dulces que has visto,
te sucede lo mismo, y ves tu corazón otra vez en el suelo dando
vueltas. Hasta que llega un punto en el que tienes el corazón tan
rodao, que piensas: o soy un hijo puta insensible o no voy a salir
vivo...Y te conviertes en alguien que no eres tú, ni siquiera te
gusta, pero la idea de que no vuelvan a hacerte daño es tan
tentadora, que creas tu propia cárcel para sobrevivir del amor.
Si un día
consigo traspasar mis propios muros, te pediré perdón, porque
alguien me robó la confianza y antes de conocerte, me salí de la
partida.
SANTIAGO DE HEVIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario