Si no te estremeces al mirarme, si no erizo tu piel al
rozarte,
si un abrazo no nos funde, si no te escucho al hablar,
si no sonríes al despertar,
déjame;
Si simplemente te da igual, si al volar freno tus
alas, si no me extrañas en la distancia,
si no me adentro entre tus sueños, si caemos en la
rutina,
déjame;
Si no me gano tu confianza, si te invaden las
dudas, si no te sientes amada,
si no hay respeto en mi mirada, si no hay dulzura en
mis palabras,
déjame;
Si te intento cambiar, si mis labios no son
sinceros,
si no soy lo que mereces,
déjame;
Si te sientes incomprendida, si al besarte el
tiempo no desaparece,
si se muere la pasión, si perdemos la inocencia y se
apaga tu risa,
déjame;
Si no vivimos cada segundo,
si la soledad te envuelve, si me necesitas y no estoy
ahí,
si no te sientes protegida,
déjame;
Si no sé perdonarte, si hay secretos entre los dos, si
no me arriesgo a sufrir,
si no muero contigo, si me olvido de ti,
si por fin estamos de acuerdo,
déjame;
Si no eres mi recuerdo y mi presente,
si no compartimos el infinito, si dejas de perseguir
tus sueños,
si te sientes atada a mí y no te sientes libre,
déjame;
Si tiritas y no te abrigo, si te pierdes y no te encuentro,
si te alejas y no te sigo, si necesitamos tiempo
déjame;
Si ensombrezco tu luz, si la niebla cubre nuestro color,
si el silencio
resulta incómodo, si provoco una lágrima de dolor,
déjame;
Si no respiras el aroma de mi alma, si consigue todo esto tener sentido,
si te llego a ver igual a mi, si pierdo tu
inspiración,
si no hago sentirte única,
déjame;
SANTIAGO DE HEVIA
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